Octubre 2019, una revolución inesperada, un estallido social. Un millón y medio de personas protestaron en las calles de Santiago para tener más democracia, una vida más digna, una mejor educación, un mejor sistema de salud y una nueva Constitución. Chile había recuperado su memoria.
El suceso que yo había estado esperando desde mi lucha estudiantil en 1973 al fin se materializaba.