El 02 de julio de 2008 a las cinco y media de la tarde, un hombre de 53 años llamado Jean-Michel fue arrollado por un tren en Saint-Lyé, al este de Francia. No se sabía si había sido un suicidio o un accidente.
La directora pregunta a los habitantes qué piensan de la tragedia. Para ellos, Jean-Michel se había suicidado tras acumular angustias y problemas; cuanto más pregunta la voz en off, más se multiplican las interrogantes. Pero hay un detalle de la vida de Jean-Michel que lo conecta con Argentina: había sido empleado en una empresa telefónica, hasta que una privatización lo dejó sin trabajo.
El filme muestra las similitudes entre la Argentina de los 90´s y las de Francia 20 años después.