Primavera de 1986, Santiago. La loca del frente conoce a Carlos cuando éste la salva de ser arrestada escapando de una redada en un cabaret gay. Ella se ilusiona con este joven y apuesto “estudiante”, que a pesar de no sentir lo mismo le aviva esa esperanza.
Carlos le pide usar su casa para juntarse con unos amigos y luego que le guarde unas cajas con libros prohibidos. Ella sabe que en las cajas no hay libros… y él sabe que ella sabe. La loca se hace la loca, prefiere cerrar los ojos y soñar con un amor imposible antes que ver de frente la realidad de lo que pasará.