En el internado de la escuela agrotécnica Las delicias, en el campo entrerriano, conviven más de cien niños. Durante el año, además de las materias obligatorias, aprenden actividades referidas a la labor de campo.
Una doctora y otros miembros del personal de la escuela se prestan a escuchar los problemas diarios respecto a las malas conductas, las dolencias físicas y el deseo de volver a sus hogares.
En esa escuela, alejados de sus familias, vivirán el fin de su niñez y el comienzo de su juventud.